¿Cómo disfrutar el sillón tántrico?
- Fernanda C.
- 20 dic 2017
- 2 Min. de lectura
Lo digo en serio: ‘El martillo’, ‘el perrito’, ‘el tornillo invertido’... cómo me gustaría viajar en el tiempo hasta encontrar al ‘genio’ que inventó los nombres de las posiciones sexuales, solo para quemarle la servilleta de papel donde seguro tomó nota de ‘semejante’ genialidad.
Para mí, encontrar la posición más placentera durante la faena sexual es el arte de la paciencia y la sutileza, porque me exige acomodarme, darme cuenta que por ahí no es, girar, ahhh... gemir ante algo nuevo, cansarme, tumbarme, enroscarme, jugar, sonreír con malicia al notar de que estoy a punto de partirle su miembro en dos, optar por hacerme abajo, permitir que me sacuda, voltear, reptar... y DESCUBRIR.
‘Descubrir’, ese es el truco. Sobre todo, porque no existe posición absoluta... lo que me hizo gritar de placer en determinado momento, después me hizo bostezar de aburrimiento... y lo que algún día pudo parecerme una tortura, otro me sirvió de puente para alcanzar el cielo.
Por eso, nada me parece más terrible que encontrar ese punto donde mi cuerpo se estremece de placer... y en un descuido, que por lo general es de una milésima de segundo de lucidez, notar que estoy en la posición de la yegua, la cabra loca o la vaca muerta.
Nooooo... ¿quién puede sentir placer cuando la conciencia te recuerda el nombre de la posición en la que se encuentra tu cuerpo? En honor al placer, hay evitar a toda costa que decaiga el morbo... y eso solo evitando ponerles nombres a las cosas que POR NINGUNA RAZÓN LÓGICA deberían tener nombre.
Todo este preámbulo para mostrarte para qué sirve y cómo disfrutar el mueble curvado que encuentras en las habitaciones del motel.

Este mueble no es un diván para recostarte a disertar sobre el origen de los nombres ni traer al presente los traumas de la infancia... No. Es un sillón tántrico para lograr encuentros relajados, besos más profundos y penetraciones con gran conexión emocional.
Dominar el método tántrico no es una fórmula matemática que funciona en todos los casos ni con todas las personas. Es más, es posible que encontrarle el ‘truco’ te tome días o semanas.
Aun así, te quiero mostrar algunas posiciones que vale la pena intentar... eso sí, me reservo el nombre con el que se conocen para no matarte la líbido.
Enjoy!
Fuente de las ilustraciones: http://www.sillontantra.es
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